Astrología Rosacruz

Apuntes de las lecciones del gran maestro Recnartus.

Cuando Recnartus habla de la "magia de las estrellas" no nos menciona para

nada le confección de Horóscopos, sino que nos describe le impresión directa que ejercen

los cuerpos celestes sobre la vida planetaria.

Existe una fuerza sideral, llámese X si se quiere, pero el hecho es que existe,

como relación entre macrocosmos y microcosmos.

Magia es todo aquello que la inteligencia humana, viendo como la actuación

de una fuerza no puede definir, no puede explicar.

En este sentido todo es Magia, en las actividades orgánicas e inorgánicas.

La aeronave, el auto, el transatlántico, la telegrafía inhalámbrica o lo que sea

en el futuro, lo que se llaman las conquistas de la humanidad, nada tienen que ver con la

magia, porque estas cosas son cosas muertas. Las fuerzas que actúan en ellas no se escapan

de nuestro razonamiento común.

La "magia de las estrellas", es algo más que una verdad que se llega a

entrever par las leyes de la polarización, por el intercambio y relación de simpatías y antipatías.

Todo el mundo, desde lo infinitamente pequeño, hasta lo inmensamente grande,

desde el electrón hasta el más encumbrado Arcángel, es una cadena ininterrumpida de

positivos y negativos. Es un organismo en vibración.

La totalidad de todo esto es una deidad. La llamamos "conciencia de Pan".

Las estrellas son los exponentes elevadísimos, los números positivos, los

círculos agitados, las energías cargadas con un plus, los rayos energéticos o fructificantes.

El planeta que habitamos, nosotros mismos y todas las cosas, son las

negaciones, es lo menos, es lo que atrae, es lo subordinado, lo pasivo, la forma. Entre

ambos, entre la bóveda celeste que nos circunda y nosotros mundo se agita una corriente

de intercambio, en la que lo más elevado, lo positivo ejerce impresión, trata de atraer lo más

bajo, lo negativo, para empujarlo hacia un destino, para darle libertad e independencia.

Lo bajo, trata de elevarse a costa de lo más bajo aún, de lo pasivo y así disuelve

fuerzas superiores y esto es llamada por nosotros, "magia-cósmica-sideral".

Kepler dice "Que no ejerce la luz de las estrellas, el poder secreto, sobre el

mundo sublunar, sino que el espíritu terrestre, como energía substancial de ese mundo

sublunar, posee una especie de predisposición a la recepción de las configuraciones;

geométricas estelares y de las situaciones contrarias correspondientes de los planetas y etc.,

según relaciones geométricas que se vuelven, sintiéndose afectadas, instintivamente afines.

Hoy ya se sabe que las emanaciones de las estrellas ponen en movimiento

masas de éter, con las que se bombardean mutuamente. De este bombardeo tenemos ya

nociones los que tenemos estudiado algo del radium.

Cada estrella, cada planeta emana rayos específicos, es más o menos

polarizado y tiene capacidad para que una expansión radiante provoque una reacción, una

excitación, una absorción química.

No solamente es la energía solar la que actúa visiblemente sobre nosotros y

las cosas que nos rodean, sino que cada rayo salido de una estrella fija, que hiere la

envoltura sideral de nuestro planeta, actúa etérea, químicamente, sobre los polos negativos,

sobre los campos energéticos, del cuerpo astral de nuestro planeta y de nuestro ser y así

influencia la vida en todo sentido.

La "magia de las estrellas" es en último término, un problema de energía

expansiva cósmica.

Pero el funcionamiento íntimo, que en sí es todo armonía, no es mecánico

fatalista, sino que está basado en la absoluta identidad del "Pan" como Dios-Mundo y

Hombre.

Todo lo sencillo, lo particular repercute en la conciencie celular del cerebro, y

ésta es análoga a la consciencia cósmica.

En todos los misterios de la antigüedad se hablaba de deidades y de héroes

estelares y el tiempo vendré en que el mundo se convenza de que en ello hay una verdad

profunda.

Antes de conocer el microscopio nadie admitía la existencia de seres

minúsculos invisibles hasta entonces, el maravilloso ejemplo de la gota de agua, que para

nuestros padres era solamente un punto líquido, ahora es un mundo poblado, lo mismo

pasaría en el espacio. Ya llegará el día en que se logre ver el mundo astral, y veremos que

no solamente en este mundo estamos rodeados de seres, de ángeles y demonios, de

espíritus buenos y de espíritus malos, sino que en iguales condiciones están todas las

estrellas que nosotros divisamos desde nuestra misma Tierra.

En los misterios antiguos había ritos y ceremonias que servían para ponernos

en comunicación con seres de otros planetas, para atraerlos y para que con sus buenas

influencias nos enviaran beneficio, protección y ayuda.

La Fraternidad Rosa-Cruz, desde tiempos inmemoriales han guardado estos

ritos siendo la custodia de ellos.

A lee discípulos según sus merecimientos se les van dando poco a poco, para

oue los usen y se valgan de ellos en sus experimentos.

Para el Rosa-Cruz hay nueve círculos, planos o esferas con sus regentes y

señores, nueve razas, nueve tipos humanos, nueve plantas arcaicas. Comienza la sexta raza

y aparece el sexto sentido.

Cada cosa tiene su radiación, su tonalidad, y nosotros los Rosa-Cruz lo

estudiamos para aprovecharla en nuestras experiencias y atraer lo superior, lo más allá de

nuestro estado actual. Todos nuestros ingredientes, anillos, sellos, caracteres, amuletos,

campanas, espejos, tonos, colores, mantos, túnicas, bendiciones, templos y ritos no tienen

otro objeto que preparar al sujeto u objeto y ponerlo en estado de recepción para

impresiones superiores.

Mediante nuestras prácticas podemos atraes los espíritus y los genios de todos

los planetas y procurar milagros: curar al incurable y dar al que necesita.

Heindel oyó algo de esto, pero murió ignorante del verdadero secreto. Me

refiero al genio de la Luna que a veces menciona.

Dr. Arnold Krumm Heller